En la intersección Chausseestrasse / Liesenstrasse, había un “paso fronterizo“ de la RDA para el ingreso de habitantes de Berlín Occidental en el territorio de Berlín Oriental. No obstante, el poder visitar la otra parte de la ciudad por primera vez, fue sólo posible unos 28 meses después de la construcción del muro con motivo de Navidad y Año Nuevo de 1963/64 para aquellas personas que habían solicitado previamente un “pase”.
El “Acuerdo de los pases” que fue firmado del 17 de diciembre de 1963, después de difíciles negociaciones entre el Senado de Berlín (Oeste) y el gobierno de la RDA, permitió hacer permeable el Muro de Berlín por un plazo de dos semanas. Más de 700.000 habitantes de Berlín Occidental visitaron a sus familiares en Berlín Oriental, entre el 19 de diciembre de 1963 y el 5 de enero de 1964. Muchos solicitaron incluso dos “pases” – uno para Navidad y el otro para Año Nuevo. En total, en esos pocos días se registraron 1,2 millones de visitas. Hasta 1966, siguieron otros tres “acuerdos de pases”, en parte con cifras de visitantes aún más elevadas.
A partir de 1964, aquellos habitantes de la RDA que habían alcanzado la edad de jubilación, pudieron visitar a familiares, más tarde también a conocidos, en Berlín Occidental. Todos los demás habitantes de la RDA pudieron solicitar solamente un permiso de viaje para Berlín Occidental por razones específicamente profesionales o de urgencia familiar.
El paso fronterizo Chausseestrasse, tras su inauguración, fue uno de aquellos pocos pasos que concitaron relativamente poca atención pública entre los habitantes de Berlín Occidental. No obstante, el 8 de abril de 1989 se produjo allí un intento de fuga frustrado que llamó la atención mundialmente.
Dos jóvenes saltaron la barrera levadiza del paso fronterizo y fueron parados por los tiros de aviso de los controladores de pasaportes. Si bien es cierto que el 3 de abril de 1989, las tropas fronterizas habían recibido ya la instrucción de no utilizar las armas de fuego “para impedir la violación de la frontera”, las unidades encargadas de controlar los pasaportes no dependían del mando de las tropas fronterizas, sino del Ministerio de Seguridad del Estado (MfS) y estos no tenían conocimiento de esta nueva instrucción.