Kieler Eck – desde el centro de mando al sitio conmemorativo
La torre de vigilancia del antiguo centro de mando Kieler Eck, rodeada y casi tapada por los edificios construidos en los años 90, está situada en la ribera del canal Spandauer Schifffahrtskanal. Como testigo de la frontera interurbana, recuerda la caída del muro, pero también ilustra la problemática del aprovechamiento y nueva utilización de los antiguos terrenos fronterizos. Los nuevos edificios construidos después de la caída del muro, justo al lado de la antigua frontera, bloquean la vista que se tenía desde la torre de vigilancia, que servía, tanto como el resto de muro interior conservado al sur, en el cementerio Invalidenfriedhof, para asegurar las instalaciones fronterizas.
De las 302 torres de vigilancia que en su día se encontraban a lo largo de la franja fronteriza de 155 kilómetros de longitud alrededor de Berlín Occidental, solamente se han conservado tres en terreno berlinés: los centros de mando de Kieler Eck y Schlesischen Busch en Treptow-Köpenick, similares en su función y construcción, así como la torre de vigilancia de la Erna-Berger-Straße, cerca de la Leipziger Platz. Los centros de mando servían para dirigir y controlar las torres de vigilancia cercanas, así como para vigilar zonas extensas de la franja fronteriza. Era en el centro de comando donde se escuchaba la alarma activada por el contacto con las vallas eléctricas, instaladas en 1967, y las tropas fronterizas del Ejército Nacional Popular, que eran llamadas en los intentos de violación de la frontera, también eran estacionadas allí.
La bien conservada torre de vigilancia del centro de mando Kieler Eck fue declarada monumento histórico en 1995. Las torres de vigilancia de este tipo son una contundente expresión de la transformación de la frontera interalemana en una franja de la muerte prácticamente infranqueable que era constantemente “perfeccionada”.
Desde agosto de 2003, la torre de vigilancia alberga un sitio conmemorativo al primer fugitivo que fue abatido por disparos en el Muro de Berlín: el sastre de 24 años de edad, Günter Litfin, fue asesinado por miembros de la policía de transporte de la RDA en Humboldt-Hafen, el 24 de agosto de 1961 – once días después de haberse iniciado la construcción del muro – durante su intento de llegar a Berlín Occidental nadando.