En comparación con otros pasos fronterizos, el de Sonnenalle no captó demasiada atención durante los años de la división de la ciudad. Solamente en contadas ocasiones se formaron colas de espera, como en la época de los acuerdos de pase en 1963 y 1964 o en las Pascuas de 1972, cuando se permitió que los berlineses del Oeste entrasen en el Berlín Oriental. No fue hasta después de la caída del muro, en noviembre de 1989, que el paso fronterizo se hizo famoso más allá de las fronteras de Berlín gracias a la película “Sonnenallee”.
Siguiendo el Heidekampgraben en dirección sur, se llega a través de Forsthaus, hasta la avenida Britzer Allee y pasando por el puente, hasta el canal Britzer Zweigkanal. En febrero de 1989, en la ribera sur del canal, murió el último fugitivo sobre el que abrieron fuego los soldados fronterizos de la RDA. En la ribera, un monumento realizado por Karl Biedermann recuerda la muerte de Chris Gueffroy.