Delante de “Schlesischer Busch”, las fortificaciones fronterizas de la RDA pasaban paralelas al Flutgraben. Los muros fronterizos, los focos y el camino de patrullaje fueron eliminados y se ha vuelto a edificar sobre los mismos. Se conservó una torre de vigilancia que hoy recuerda a la división de la ciudad.
El “centro de mando” estaba ocupado por tres guardias fronterizos y un oficial. Este tipo de torre de vigilancia estaba formada por un zócalo medio oculto que contenía las instalaciones técnicas, una celda en la planta baja, encima de esta un cuarto para los empleados y sobre el mismo, un puesto de observación con vistas en todas las direcciones. Los reflectores, instalados en el techo, que era accesible desde la torre, se podían manejar desde allí.
Después de que la revolución pacífica de la RDA llevase a la apertura de los pasos fronterizos en Berlín, el 9 de noviembre de 1989, en Schlesischer Busch se créo un paso adicional. La torre de vigilancia fue declarada monumento histórico en 1992 y fue restaurada en el año 2004. La institución de arte “Kunstfabrik am Flutgraben” muestra allí exposiciones temporales.
La Fabrik am Flutgraben es la única casa fronteriza que aún se conserva como era al construirse y ampliarse del Muro de Berlín. Se realizan visitas guiadas por el edificio los viernes y domingos a las 14 horas. Dando un paseo por la Puschkinallee se puede llegar hasta el monumento conmemorativo soviético, situado en el parque Treptower Park. Este monumento conmemorativo a los soldados soviéticos caídos en la batalla de Berlín, durante la Segunda Guerra Mundial fue construido entre 1946 y 1948.