Las huellas de la división de Berlín son visibles hoy, no solamente en los antiguos pasos fronterizos y sitios conmemorativos. También se han conservado restos del Muro de Berlín en el terreno de la fundación Topografía del Terror, así como en el famoso East Side Gallery, ubicado en la Mühlenstrasse, donde una gran sección del “muro interior” fue pintado por artistas después de la caída del muro.
En otros lugares, como en la Puerta de Brandeburgo o la Potsdamer Platz, se encuentran menos huellas de la división de la ciudad de lo que uno podría esperar. Aquí, la ciudad estaba más interesada en reunificar de forma visible las dos mitades de Berlín, a través de la reconstrucción del Pariser Platz o de la creación de un moderno centro comercial y de oficinas en la Potsdamer Platz.